Empezar

Robert Frank, U.S. 90, camino de Del Rio, Texas, 1955/56

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Cien años después de la foto de Fenton, Robert Frank recorre los Estados Unidos de América en un coche con su familia becado por la fundación Guggenheim. Las fotografías resultantes de ese viaje se publican, primero en Francia y posteriormente en EE.UU., en un libro titulado The Americans que marca un antes y un después en la historia de la fotografía.

Robert Frank decide terminar el libro con esta imagen. Después de recorrer arriba y abajo estos Estados, después de mostrarnos lo más cotidiano que se encuentra, en una carretera en el medio de la nada, sale del automóvil, estira las piernas, se toma un respiro y vuelve la cámara hacia su familia esperando en el coche, hacia lo que ha tenido más cerca durante todo el viaje. Y con esto nos cierra el libro que nos muestra que para fotografiar no hace falta irse a Crimea, ni simular un suicidio. Está todo aquí, al lado mismo, en lo cercano, lo cotidiano. Y es en este espacio íntimo donde la imagen que nos devuelve la cámara no nos presenta un mundo exterior, sinó que es, quizás, el autorretrato más fiel.

Jack Kerouac escribe en la introducción a The Americans:

Anybody doesnt like these pitchers dont like potry, see? Anybody dont like potry go home see Television shots of big hatted cowboys being tolerated by kind horses.

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