Empezar

Desmontando lo visible:
Ínfima historia de la fotografía

People who accept the evidence of their senses can be divided into three nonprofessional categories: saints, simpletons, and humorists. The mass of mankind is insulated from these several species of misfortune by virtue of the fact that they know better than to trust plain experience.

-- John Szarkowski, Looking at Photographs

Dicen que Eduardo Momeñe contaba la historia de la fotografía con cuatro fotos de carreteras. ¿Qué osadía es esa? ¿Se puede reducir toda la historia a cuatro fotos, cuatro fotos de carreteras? ¿De qué estamos hablando?

La historia de la fotografía es larga y compleja, y pensar que se puede reducir a cuatro imágenes es claramente una locura. Sin embargo, a mí me parece que, elijamos el número de imágenes que elijamos (cuarenta, cuatrocientas, cuatro mil, ...), la cuestión no deja de ser absurda. Seleccionar cuatro fotos tiene dos ventajas: es un número cuadrado, y queda patente que no se aspira a ningún tipo de completitud ni de objetividad.

John Szarkowski, uno de los sospechosos habituales, sostenía que la diferencia esencial entre la pintura y la fotografía reside en que la pintura parte de un lienzo en blanco y lo llena, mientras que la fotografía parte del mundo y lo recorta en el visor. Desde este punto de vista, esto no es más que fotografiar la historia de la fotografía. Y, recortando, recortando, en el visor, lo único que queda son estas cuatro imágenes.

En el fondo, todo esto habla más de una forma de entender la fotografía que de historia. Y más que una respuesta es una pregunta: ¿Con qué cuatro fotos contarías la historia de la fotografía?

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