ESTA FOTOGRAFÍA ES MI PRUEBA
Esta fotografía es mi prueba. Existió aquella tarde, cuando las cosas aún iban bien entre nosotros, y ella me abrazaba, y éramos tan felices. Ocurrió realmente, ella me amó, ¡Mira, ve por tí mismo!
Duane Michals, consciente de que la fotografía no refleja la realidad, de que es un lenguaje como cualquier otro, decide llevarla a sus últimas consecuencias y convertirla en una rama de la literatura. Ayudado por la palabra, sitúa sus imágenes en el campo que le interesa: la contemplación de la condición humana.
La memoria es un mirador desde el presente del que es imposible escapar a un pasado al que nunca se puede regresar. No se recuerda el pasado tal como fue visto en su momento, se recuerda como se ve en el momento actual. En este sentido, se aleja continuamente hasta perderse para siempre.
El texto invoca a la fotografía como prueba. La imagen ha sido arrancada del flujo del tiempo y ha permanecido inalterada desde entonces. La mirada busca en la foto un apoyo para la memoria; en sus rincones anhela encontrar reflejado el amor. Pero la fotografía guarda silencio. Sólo ha conseguido conservar las apariencias; interrogada desde el presente, no puede resolver las dudas que le plantea la memoria. Este es el silencio más cruel de la fotografía.
FIN