Strawberry Fields
Yo ya no estoy para estos trotes. En mi tierna juventud recorría las calles de Nueva York como si me echara una siesta; pero ayer, después de unas horas de pasear por el Upper West Side y la rivera del Hudson, agotado, decidí ir a sentarme a Central Park. Encontré una pequeña placita en la que había un grupo de personas sentadas y me acomodé en uno de los bancos. Al poco rato apareció un hombre vendiendo botellas de agua helada por un dólar; apenas tenía fuerzas para hacerle un gesto. Un tipo que se había sentado a mi lado se dió cuenta y me preguntó si quería agua; al decirle que sí, pegó una voz "¡Eh, tú!", y el otro se volvió y me vendió una botella. Qué buena estaba. Ya medio recuperado, el tío que se había sentado a mi lado me preguntó si sabía dónde estaba. Le contesté que no, y se rió. Con gran teatralidad empezó a decirme que me encontraba en un lugar muy especial dedicado a la memoria de una persona muy importante y que el fantástico mosaico que tenía frente a mí me daría la pista definitiva sobre su identidad. Era un mosaico con un motivo circular en losetas blancas y negras con la palabra 'Imagine' en el centro. Recordé haber visto un cartel que decía 'Strawberry Fields' poco antes de la placita y se me iluminó la neurona: John Lennon. Volvió a reirse y me dijo que sí, que aquél que se veía allí era el Dakota, el edificio en el que vivía Lennon y donde fue asesinado. Me dijo que por ese motivo habían dado el nombre de Strawberry Fields a esta zona, y que un artista local había hecho el mosaico que ahora la ciudad intentaba restaurar, por lo que estaba rodeado por algunas vallas y tres conos naranjas. Me preguntó que a quién estaba esperando. Parece que me confundió con un paparazzi de esos, que suelen venir por la zona cuando se rumorea que Yoko Ono está en la ciudad. También me dijo que él tocaba el saxofón, pero que se encontraba con la paradoja de no poder tocar en un lugar que estaba dedicado a honrar la memoria de un músico. Además, la policía le había confiscado el saxo la semana pasada y no quieren devolvérselo hasta que se resuelva un problema de papeleo. Ya puestos, estuvimos charlando dos horas y me fue contando la vida de la fauna local, de Lady Victoria que viene por las mañanas temprano paseando un gato sujeto por una correa, del señor mayor que sabe todo lo que hay que saber sobre Pall Mall, el halcón de Central Park, del propio halcón, que ya va por su cuarta mujer, la anterior fallecida al comer un animal que había sido envenenado, del músico que le denuncia a la policía cada vez que le ve...