Empezar

 

Cómo ser un buen fotógrafo

Ayer visité la biblioteca pública de Nueva York, en la quinta avenida esquina con la calle cuarenta y dos, y, ya que estaba allí, busqué qué libros de Bill Jay hay disponibles. Bill Jay es un crítico de fotografía que me fascina; tiene bastantes libros publicados en los años setenta que hoy no es fácil localizar. En la biblioteca había varios y decidí solicitar tres. El primero estaba perdido, fuera de su sitio, y no lo pudieron encontrar. El segundo, sobre la fotografía de aficionados en la época victoriana lo dejé para más tarde. El tercero, Photographers Photographed, muestra parte de la colección de retratos que ha ido haciendo a otros fotógrafos a lo largo de su vida, con un pequeño texto dedicado a cada uno. Uno de los primeros es sobre Jaques Henri Lartigue, un francés de familia rica que a principios de siglo que a los siete años recibió como regalo una cámara y empezó a fotografiar de forma extraordinaria la vida que le rodeaba. Escribe Bill Jay que Lartigue, que cuando se encontraron ya tenía 77 años, le dijo que para ser un gran fotógrafo había que comer la comida adecuada en pequeñas cantidades, apreciar la buena música, disfrutar de los silencios, dormir bien y amar a Dios. Viendo mis fotos deduzco que debo comer menos, cambiar mis gustos musicales, convencer a mi hermana de que no necesita cuatro despertadores para levantarse y amar algo más a Dios. Parece que no necesito una cámara nueva.

Continúa